Diseño Audiovisual I Cátedra Campos-Trilnick

Diseño de Imagen y Sonido. FADU

domingo, 17 de octubre de 2010

TP 5: Autoevaluacion y Reseña sobre las teoricas.

“El momento de la idea es muy importante. Viene, hace lo que tiene que hacer dentro de mí y después me quedo buscando eso que, a veces, ni siquiera se me prende o me olvido. Hubo cosas que las anote como si fueran una formula en mi cabeza, en un pentagrama interno. Y, sin embargo, al otro día no quedo nada de eso, y me pase dos horas buscando a ver si me acordaba los intervalos de la melodía, que ya no me parecía igual a lo que había sentido.”

L.A Spinetta, en Martropia.



Una idea. Claro, todo parte de la idea; de cuál es tu idea, de qué idea tenès, de cuándo tenès idea y dónde está tu idea.
Siempre escuchamos hablar, con insistencia, sobre la importancia de la Idea. Es entonces cuando esta simple palabra a veces se vuelve tormento, y eso es cuando no tenès la Idea.
De haber tenido una idea entre manos de seguro lo primero hubiese sido correr a la mesa del taller. Sin querer o no, nos vimos solos buscando resolver los obstáculos que toda creación implica. Situación que al fin de cuentas es con la que debamos encontrarnos cuando ya no existan mesas de correcciones, pre entregas, entregas, profesores, etc.
Un proceso en parte autodidacta. Por tanto, y ante los ojos académicos, incorrecto. El cual puede entenderse simplemente como una postura pedagógica. Disentida mayormente, y por tanto traída de los pelos en reiterados casos.
Creo que fue en gran parte lo que nos ocurrió, la falta de idea consistente a lo largo del trabajo. De esta forma, nos esforzamos el doble, trabajamos el triple y nos rompimos el coco unas cuantas veces. Desde el comienzo tuvimos material, información, fotos, filmaciones etc. El problema fue siempre qué hacer con eso.
El karma de desfasarnos siempre una clase, una corrección, un día mas. Pienso que el mismo material presentado en pre entrega podría haber dado mejores resultados. Pienso esto de éste trabajo al igual que todos los otros; siempre esa última corrección, que bien podría llevarte también a la infecundidad infinita. Es por ello que, repito, el trabajo termina abandonándose.
Tampoco los tiempos fueron muy favorables. Clases sin corrección, sin profesor, sin idea consistente, no-clases, pero nunca sin material sobre la mesa y mentes pensantes, o predispuestas en lo absoluto.

El hecho de doblegar la “manipulación” de la escena al mero antojo de las circunstancias hiso que tengamos que jugar a una búsqueda intensa, en contra reloj y al antojo de vaya uno a saber a qué extraña forma de la astronomía. La procesión era esa sola y no había segunda toma, al menos, hasta el año próximo (si es que antes no llega el apocalipsis y los siete caballos y esas cosas). Por tanto, el juego era muy divertido, el ojo tenía que ser certero o aliviado, para poder ver el entorno sin forzar la vista y quedarnos bizcos de tanta estatuilla. En un primer momento, ocurrió esto, el plano en tanto clásica burla a la institución católica (como ser el angelito que gira y muestra el precio, toma altamente debatida en el grupo) que en el proceso fueron quedando de lado por ser otra la sensación buscada. Es allí donde las sombras comenzaron a tomar forma, y un tanto tardíos, vapuleados de tanta gente, nos preguntamos “pero.. a donde van?” y he aquí la idea más consistente que se nos revelaba al momento. La seguidilla constante e incansable de fieles de todo tipo y color, dejaban ver un abanico del folklore de estos comienzos del siglo XXI, en una procesión de fieles cristianos, en la Argentina, en la basílica de Lujar. Como en sus tiempos habrán sido los carnavales breghelianos y las sotanas post-medievales. Es esta al fin la invitación más noble que encontramos en el artista a trasponer. Ver la cotidianeidad discurrirse en esos extraños acontecimientos donde, por ejemplo, se amontona mucha gente; en este caso, para una procesión. Un camino extenso que los llevaba, ¿a dónde?.
En base a gran cantidad de material, del cual podrían tomarse múltiples e interesantes caminos, puertas que se abren para, espero, futuros proyectos, fue un gustoso referente Chris Marker en Sans Solei.

Estoy conforme con el trabajo, un tanto rabioso por el sacrificio que en varios momentos implicó pero que logró encontrar forma mediante esfuerzo, lo cual derivó también en parte, y compartiendo con Nahuel, en una identificación vaga para con el trabajo en el sentido de lo impersonal de la forma artística o mejor dicho creativa, por lo forzado del asunto para estas almas hedonistas. Siendo motivo, en parte, el tardío asomo de la película de Chris Marker, pero con la esencia ya consiente a la hora de la cámara de otro referente como Kusturika. La complejidad/simpleza del artista a trasponer fue de una ambigüedad tal que el fruto del trabajo fue un audiovisual casi fantasmal.

"Tonta luz" fue uno de los nombres sugeridos para el trabajo en su momento. Esa luz de los fieles, los peregrinos incansables y adormecidos, impulsados como zombis por la tonta luz, diría el Flaco, por ese opio diría Marx. Esta luz de la idea, de nuestra idea, quizá también el opio nuestro. Ahora y tarde, podemos decir, la idea es mirar la cotidianeidad. Mirar esa cosa que esta ahí adelante. Actual. Como los cuadros de Brueghel.



Reseña sobre las Teoricas.

De la clase de videítos de Melero, clase que he tenido en reiteradas ocasiones en casa de amigos con muchas más comodidades, rescato aquello último de: “es un gran momento para estar viviendo” o “toda teoría científica es poesía disfrazada”. Dos frases que bien podría salvar la charla, pero que al fin pueden estar en boca de cualquiera de nosotros (de hecho estuvieron en boca de otros mucho antes), al igual que los videos.

Sobre la charla de Ernesto Molina y Vedia, dejando de lado su rebosante pedantería y la extrema soberbia, y, suponiendo con alguna indulgencia, que este Sr. pudo habernos enseñado algo, creo que esto fue, allá a lo lejos, la importancia del Ser Colectivo. Del trabajo en equipo. Vaya paradoja.

La imperiosa necesidad de saber que el trabajo ES en equipo, en conjunto, en grupo. Que dejemos de asquearnos de una buena vez por todas del hedonismo egocéntrico para dar lugar a una creación colectiva y orquestada; la desesperante necesidad de concientizarnos pluralmente, dejando de lado ya la angustiosa individualidad con la que muchos pretenden encarar el proceso creativo en pos del exitismo. "Y que los que no tienen nada que decir, que por favor dejen de hacerlo a los gritos."

Lamento, desde mi humilde entender, no haber sido público adecuado para la performance narcisista del Sr. Molina y Vedia.

Sin poner en tela de juicio los caminos (llámese trayectoria) o bien la experiencia que amerita a estos Sres. a dar una charla en una Universidad, pregunto:

¿Acaso la pregunta retórica y simpática del Sr Valansi no ha demostrado ser poderosamente constructiva y participativa en las teóricas dadas? ¿Acaso no es más intrigante la insistencia de Trilnick sobre la actualidad de trabajos que datan del primer cine y el Hombre de la Caverna?

¿Acaso nosotros somos tan mal publico o es que no hay un tipo que este a la altura de las circunstancias para venir a sacudirnos la resaca de tanta nausea arrastrada?

¿Qué vinieron a decir estos tipos?

De todos los payasos desfilados me quedo con los dueños del Circo Campos-Trilnick, con el enorme aprendizaje que la cátedra en mi infiere.


1 comentario:

  1. “es un gran momento para estar viviendo” o “toda teoría científica es poesía disfrazada”. Dos frases que bien podría salvar la charla, pero que al fin pueden estar en boca de cualquiera de nosotros (de hecho estuvieron en boca de otros mucho antes) {SIC}
    como taaaanto de lo de melero

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